Baden Powell eligió a san Jorge como patrón de los scouts de todo el mundo.
En “Escultismo para muchachos” escribió lo siguiente sobre el santo:
“Tenían por patrón (los Caballeros de la Mesa Redonda) a
San Jorge, porque éste era el único santo a caballo. Es el santo patrón
de la Caballería y de Inglaterra. También es el santo patrono universal
de los Scouts, por tanto, todos ellos deben conocer su historia.
San
Jorge nació en Capadocia, en el año 303. A los diecisiete años se
alistó en la caballería, donde pronto se destacó por su valor.
En
cierta ocasión, fue a una ciudad llamada Selem, cerca de la cual había
un dragón, que tenía que ser alimentado diariamente con un ciudadano,
escogido en suerte.
El
día que San Jorge llegó allá, la suerte había recaído sobre la hija del
rey, Cleolinda. San Jorge resolvió que aquella doncella no debía morir y
fue en busca del dragón, que vivía en un pantano vecino y lo mató.
San Jorge es el tipo que deben seguir los Scouts
Cuando
se le presentaba una dificultad o un peligro por grande que pareciera
–aun en la forma de un dragón- ni la esquivaba, ni la temía, sino que le
hacía frente con todas sus fuerzas y las de su caballo. Aún cuando
armado inadecuadamente, pues sólo contaba con una lanza, se arrojó
contra el dragón e hizo cuanto pudo, venciendo la dificultad que nadie
se había atrevido arrostrar.
De
esta manera exactamente es como los Scouts deben enfrentarse a las
dificultades y a los peligros, sin tomar en consideración los grandes o
terroríficos que pueden parecer, o lo mal equipados que se encuentren
para hacerles frente. Deberán arrostrarlos valientes y confiados, usando
de todas sus fuerzas para vencerlos y las probabilidades son que
saldrán victoriosos”